Historia
En el año 2019, el Señor me concedió el privilegio de graduarme como capellán internacional, un logro que marcó profundamente mi vida. Desde ese momento, el peso de las heridas que enfrenta nuestra sociedad, especialmente aquellas causadas por el alcoholismo, ha resonado fuertemente en mi corazón y en el de mi familia.
Mi motivación para crear esta asociación nace de una experiencia profundamente personal. Crecí en un hogar donde el alcoholismo dejó cicatrices visibles e invisibles: peleas constantes, desintegración familiar, carencia económica y una vergüenza social que nos acompañaba cada día. Estas vivencias nos consumieron por años, y me llevaron a una profunda reflexión sobre la urgente necesidad de ayudar a otras familias que atraviesan por situaciones similares.
Mi anhelo es que otros no tengan que vivir lo que nosotros vivimos. Por eso, queremos brindar herramientas que prevengan el impacto destructivo del alcoholismo y sus consecuencias. A través de esta asociación, buscamos concientizar sobre los peligros de las adicciones y ofrecer un apoyo integral que abarque el aspecto psicológico, espiritual y social. Estoy convencido de que, con educación, prevención y acompañamiento, se pueden transformar vidas, restaurar familias y romper los ciclos de dolor que el alcoholismo genera.
Al observar con detenimiento la gravedad de las consecuencias del alcoholismo, y al analizar las estadísticas de accidentes viales, violencia doméstica y conflictos familiares derivados del consumo de alcohol, sentí una mayor urgencia de actuar. En el año 2023, junto con mi esposa quien también vivió una infancia marcada por las secuelas del alcoholismo en su familia, iniciamos el proceso de formación de esta asociación con el firme deseo de convertir nuestro dolor en esperanza para otros.
Además, encontramos una fuente de inspiración en la labor de organizaciones como la Fundación Alcohol y Sociedad en España, cuyos resultados han sido notables. Una de sus campañas más efectivas, "Menores ni una gota, cero alcohol", ha logrado que 7 de cada 10 jóvenes cambien su actitud frente al consumo de alcohol. Ver estos frutos nos motivó aún más a emprender nuestro propio camino de impacto social en nuestra comunidad.
El proceso formal de inscripción lo comenzamos en junio de 2024. En octubre del mismo año, recibimos con alegría la aprobación de los estatutos y de la nómina de la junta directiva por parte del Ministerio de Gobernación. Fue un proceso ágil y lleno de señales de que la mano de Dios estaba sobre nosotros, confirmándonos en cada paso. Finalmente, en enero de 2025, nos entregaron toda la documentación legal que acredita oficialmente a nuestra asociación. El 30 de enero presentamos esta documentación ante el Diario Oficial y fuimos publicados el 10 de febrero del presente año.
Cada paso dado ha sido un testimonio del respaldo de Dios, y del compromiso con una causa que arde en nuestro corazón: prevenir, restaurar y transformar vidas afectadas por el alcoholismo.
- Pastor Oswaldo Rivera